Hola, me llamo Irene y vengo del sur de España, de Andalucía. Más concretamente, de la tierra del Salmorejo. ¿Significa algo para ti? ¡Exactamente! Córdoba. Para mí, Córdoba significa flores en mayo, desierto en verano y ciudad monumental todo el año. Hace unos años terminé mis estudios de traducción e interpretación en la Universidad de Córdoba. Desde entonces, e incluso antes, siempre me ha interesado la enseñanza de idiomas, y por eso acabé en Viena. Durante 2 años escolares trabajé como asistente de español en diferentes escuelas de Viena. Mi experiencia fue tan increíble que decidí ampliar mi formación en el campo de la enseñanza.
Entre mis intereses están viajar, leer, hacer senderismo y también yoga. ¿Tiene el yoga algo que ver con la enseñanza del español? Por supuesto: que estés concentrado, divirtiéndote y entrenando inconscientemente, en este caso tu español. Me gusta ofrecer clases dinámicas y divertidas, los alumnos se divierten, al igual que yo, el tiempo vuela y las ganas de seguir aprendiendo español se mantienen.
Una frase en la que creo: «Tu entusiasmo como profesor motiva el entusiasmo de tus alumnos».